Como profesional sanitario me preocupa y me importa lograr que mis pacientes desarrollen hábitos de vida saludables. Ademas, del objetivo estético, existe otro que solemos desatender, y es que la
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Lo buena noticia, es que generalmente comer bien ataca a ambos objetivos. Podemos adelgazar saludablemente.
Desarrollar hábitos de alimentación saludables implica que en primer lugar esta no va a ser una medida temporal, sino que vamos a aprender una forma de comer. O mejor, vamos a re-aprender a comer.
Algunos menos dañinos, como el exceso de proteínas e hidratos de carbono que solemos consumir, y otros más peligrosos para la salud como la cantidad de productos con aceites refinados y grasas trans que consumimos.
La frase “
hay que comer de todo” no es del todo cierta. Existen una cantidad de alimentos que a nivel nutricional son completamente innecesarios, como por ejemplo son todo la
bollería industrial.
¿Esto quiere decir que no debemos comerlos nunca? Pues hombre no.
Un estilo de vida saludable no requiere de la eliminación absoluta de ningún alimento, sólo tendremos que cambiar el abuso por el uso.
En otro punto de mira diferente, algunas personas piensan que para adelgazar deben abandonar el consumo de carbohidratos y de grasas.
Este sí que es un craso error. Tanto los hidratos de carbono como las grasas son macronutrientes esenciales, que resultan fundamentales para la alimentación sana de cualquier persona.
Lo único que debemos hacer es ajustar las cantidades (más o menos) a las que son realmente recomendadas. Pero no por tomar pasta, pan, arroz o cualquier otro estas condenado/a a no poder adelgazar.
¿Qué Es La Ansiedad Generalizada?
Si bien es cierto, que no todos los casos de ansiedad repiten este patrón. El caso descrito anteriormente atiende a lo que llamamos Trastorno de Ansiedad Generalizada, el cual es el mas común y que guarda relación con un nivel excesivo de preocupación.
Sin embargo, la ansiedad en sí misma, es una respuesta fisiológica e invonluntaria de nuestro cuerpo, donde nuestro cerebro entiende que debemos estar en posición de alerta y moviliza a todo nuestro sistema simpático para ello.
Por eso, va a ser un síntoma común en todos los casos donde haya miedo o sensación de descontrol. Algunas personas se refieren a la ansiedad como ansiedad nerviosa.
El trastorno de ansiedad generalizada lleva la clave en su nombre. La cuestión es, que no existe un estímulo o desencadenante concreto que genere la ansiedad.
Cuando sufrimos este trastorno, nos encontramos en un estado de activación simpático que atiende a varias áreas de la vida y de nosotros (generalizado).
Algunos autores prefieren hablar de un estilo ansioso de afrontamiento, haciendo referencia a que es una forma desadaptativa que tienen algunas personas de encarar los problemas.